AÑO NUEVO Y… TODO SIGUE IGUAL

Este domingo se disputó la octava jornada de Primera División Andaluza donde los nuestros se enfrentaban, en el  Pabellón Municipal La Mascareta de Tomares, al conjunto malagueño de A.D. Pizarra. Todo sigue igual por tierras tomareñas, donde los locales no levantan cabeza encadenando tres derrotas consecutivas, siendo dos de éstas en casa. El conjunto visitante se mostró muy seguro y bien trabajado a pesar de la posible inexperiencia que pudieran tener algunos de sus jugadores, cosa que no se vio reflejado en el juego que desplegaron. Los de Gustavo volvieron a caer con estrépito, esta vez por 1-3 y siguen sin saber dar con la tecla para solucionar los errores que se siguen viendo partido tras partido, donde el equipo no se sostiene en algunos momentos clave del encuentro.  Hay que subir la intensidad, el ritmo y la dinámica de los entrenamientos para poder salir del bache y lavar la imagen de juego y resultados con los que los tomareños vienen “obsequiando” a su público partido tras partido, una mala costumbre sin duda.

En el primer set los de Tomares volvieron a cometer errores ya visto en anteriores encuentros, donde a pesar de llevar cierta ventaja en el marcador en la recta final, inexplicablemente el equipo se sale fuera del partido, no sabiendo cerrar el juego con autoridad y veteranía. Y aunque el equipo rival hizo las cosas bien, tampoco realizó algo fuera de lo común, situación ésta que en condiciones normales se hubiera solventando sin problemas, jugando con cabeza e intentando descolocar a los visitantes con diferentes alternativas de juego, cosa que no se vio en ningún momento. Por lo que el marcador cayó del lado malagueño por 21-25.

En el segundo juego, los nuestros volvieron a tropezar una y otra vez con la misma piedra, yendo a remolque de los rivales en la mayor parte del set, hasta que, tras un buen servicio de los tomareños, el equipo consiguió remontar un marcador adverso de 18-22, para ganar el juego por 25-22. Esta es una de las reacciones que todos deseamos ver en nuestro equipo, un conjunto aguerrido, que tire de casta y orgullo para reponerse a las adversidades, pero que lamentablemente no sale a relucir todo lo que debería.   

El tercer set fue un toma y daca por parte de ambos conjuntos. Quizás en este juego se vio una de las mejores versiones del equipo en este partido, manteniendo cierta diferencia en el marcador, hasta que nuevamente en los puntos finales, el equipo rival volvió a sobreponerse a los de Gustavo con muy poco. Una razón bastante preocupante y que hizo que los visitantes se llevaran este set por 22-25.

El cuarto y definitivo set fue casi humillante para los locales, puesto que se vio  un equipo totalmente hundido, sin alma y sin identidad de juego. Los rivales fueron todo el tiempo por encima en el luminoso incluso errando varios saques, ya que los de Gustavo no conseguían engancharse al vagón de la remontada. Sólo un arreón final provocado por otro muy buen servicio de los nuestros, donde de 14-23 se llegó a 23-24, hizo posible que los tomareños soñaran con algo que no fuera conformarse con la derrota, pero finalmente tras una buena jugada montada por los rivales, el set y el partido cayeron del lado visitante.

Desastroso partido para olvidar de los de Tomares, donde se necesita dar un golpe de autoridad sobre la mesa y tirar de orgullo, casta, coraje y amor propio para sacar esto hacia delante y remar todos en la misma dirección. Tenemos que trabajar duro, y no desistir para al menos lavar la mala imagen mostrada en los tres últimos encuentros. Estamos seguros que los nuestros se van a resarcir en los próximos envites. Sólo queda un partido para terminar la primera vuelta para el cual debemos y tenemos que estar todos a una, y salir a comernos el balón si hiciera falta.

¡Tronco!